LAS COMPETENCIAS DE UN DOCENTE DEL SIGLO XXI.
Elaborado por: Verónica Ramos
Jonapá.
“La educación cambiará si lo
hace el profesorado”
Manuel
Toharia
Las sociedades actuales se
encuentran en constantes transformaciones, producto entre otras cosas por los efectos de la
globalización, las personas requieren ser
competentes, solamente así se pueden desarrollar plenamente en la
profesión o trabajo.
No cabe duda de que las nuevas
tecnologías están transformando la ecología del aula y las funciones docentes,
y estos cambios están induciendo una mutación sistemática en las teorías y en
las prácticas didácticas.
Desarrollo.
El nuevo diseño de los planes de
estudio y de los programas formativos del futuro profesorado se ha realizado
bajo un nuevo referente: las competencias.
Con esta postura, el nuevo diseño
de los contenidos de formación se basan cada vez más en la inserción laboral
que en el desarrollo del conocimiento por la validez del aprendizaje. Este
cambio curricular, ciertamente controvertido, se ha convertido en el eje de las
políticas educativas nacionales, donde aumentar el empleo de los
ciudadanos comunitarios permitirá aspirar a ser el área de conocimiento más
competitivo del mundo.
La competencia docente, por
tanto, se refiere a aquellos conocimientos y aptitudes que hay que promover y
cultivar en los profesionales de la educación a fin de que estos puedan
desarrollar su tarea acorde a las exigencias curriculares y formativas del
nuevo enfoque competencial.
Las competencias docentes se han
ido consolidando en el panorama educativo actual a partir de investigaciones de
referencia (Zabalza, 2003) y por su significación y aceptación en la comunidad
científica los aportes de Perrenoud (2004) a partir de diez competencias como
campos o dominios prioritarios en los programas de formación continua de los
del docente. http://www.centrodemaestros.mx/carrera_m/diez_comp.pdf
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Al
respecto de las competencias del docente, lo primero que se necesita es contar
con un criterio amplio y descartar los sistemas rutina y las recetas, que se
nos heredaron, es tiempo de incursionar por nuevos caminos. Es decir; que en la
actividad docente no se puede copiar, no es necesario crear, porque el arte es
creación y la educación es un arte, la cual marcará un rumbo en base a las
competencias tanto genéricas del docente como disciplinares. Si bien es cierto
es cuestión de discernimiento, para poder tomar la decisión de enfrentar nuevos
retos y, en consecuencia, crear. Para ello se hace necesario poner en juego las
competencias, ya no la memoria, no usar más las recetas añejas y polvorientas
que nos heredaron, ni los sistemas obsoletos, tenemos que evitar que se nos
cargue de información sin sentido. Para la docencia se requiere que responda a
una formación basada en competencias, ya que no hay estructuras que sean infalibles
y que perduren al paso de los años.
Esta idea está muy ligada a la
necesidad que tiene el docente de formarse continuamente o de forma permanente,
como única vía para poder enfrentarse a las repercusiones educativas de las innovaciones
tecnológicas. En este sentido adquieren mucho valor para el profesor los nuevos
canales de comunicación que le permiten relacionarse con colegas que pueden ser
del mismo centro o incluso del extranjero, con los que puede compartir sus experiencias,
sus problemas y sobre todo “estar al día”. La labor del profesor se hace más
profesional, más creativa y exigente. Su trabajo le va a exigir más esfuerzo y dedicación.
Ya no es un orador, un instructor que se sabe la lección, ahora es un asesor,
un orientador, un facilitador o mediador que debe ser capaz de conocer la capacidad
de sus alumnos, de evaluar los recursos y los materiales existentes o, en su
caso, de crear los suyos propios.
El nuevo profesor debe crear un
entorno favorable al aprendizaje, basado en el dialogo y la confianza. En este ambiente
propicio, el docente debe actuar como un gestor del conocimiento y orientar el
aprendizaje, tanto a nivel general de toda la clase, como a nivel individual de
cada alumno.
Conclusión
Parece que la formación docente
ha de encaminarse hacia una concepción holística del hecho educativo que puede
dar respuesta a toda su complejidad. Se esperan maestros que construyan su
propio estilo de enseñanza, demuestren dominio de técnicas y estrategias
efectivas interpersonales e intrapersonales y sobre todo, sean creadores e
innovadores de métodos de intervención que mejoren la práctica educativa en el
nuevo marco competencial.
El profesional de la educación si
quiere ser un profesor excelente, tiene que ver su propia formación como una
tarea inacabada, como un formarse en el tiempo. Habría que empeñarse y avanzar
aún más en la formación permanente y continua de nuestros profesores si
entendemos que el desarrollo profesional docente es clave e incide directamente
en la calidad de los aprendizajes del alumno.
Referencias
E Perrenoud, Philippe.(2004).Diez
nuevas competencias para enseñar. Barcelona: Graó.
E Zabalza Miguel A.( 2003). Competencias
docentes del profesorado universitaria. Calidad y desarrollo profesional.España:
Narcea.
E Nieto,E., Callejas,A.,Jerez,O. (2012).La
competencias básicas competencias profesionales del docente. Universidad De
Castilla- La Mancha:Provincial.
E Martín R.(2005)Las nuevas tecnologías
de la educación. Madrid: Omán. En linea: http://biblioteca.ulsa.edu.mx/publicaciones/nuevas_tecnologias.pdf