viernes, 13 de septiembre de 2013

Artículo realizado por: Nelda Montalvo



“LAS  COMPETENCIAS DE UN DOCENTE DEL SIGLO XXI”
AUTOR: Nelda Montalvo.
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Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia, es una forma de caracterizar la experiencia de los profesores, que realizan una de las tres profesiones que Freud llamaba “imposibles”, porque el alumno se resiste al saber y a la responsabilidad.
(Perrenoud, 2005).

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INTRODUCCION
El presente artículo engloba las competencias que un docente debe desarrollar en la educación y que nos ayuda a enfrentar nuestra función hacia la formación integral del alumnado y al logro de la calidad del profesorado, de acuerdo con lo que dos reconocidos autores; Philippe Perrenoud y Miguel Ángel Zabalza proponen en sus textos, abordando cada uno diez competencias profesionales del docente y facilitando el proceso de enseñanza-aprendizaje con los estudiantes, por esta razón se busca rescatar metodologías aplicables para la excelencia del desempeño del maestro.

INTRODUCTION
This article covers the skills that a teacher must develop in education and that helps us address our role towards the integral formation of the students and to the achievement of the quality of the teaching staff, in accordance with the two recognized authors; Philippe Perrenoud and Miguel Angel Zabalza propose in his texts, dealing with each one ten professional skills of teaching and facilitating the process of teaching and learning with students, for this reason it seeks to rescue applicable methodologies for the excellence of the performance of the master.




DESARROLLO


PERRENOUD. Diez nuevas competencias para enseñar.
1.    Organizar y animar situaciones de aprendizaje
Conocer a través de una disciplina determinada los contenidos que hay que enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje.
- Trabajar a partir de las representaciones de los alumnos.
- Trabajar a partir de los errores y los obstáculos en el aprendizaje.
- Construir y planificar dispositivos y secuencias didácticas.
- Implicar a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de conocimiento.

Propone el autor, desde su punto de vista, insistir en las “situaciones de aprendizaje”, no añade nada nuevo a la visión clásica del oficio del profesor. Los profesores que están familiarizados con las pedagogías activas y los trabajos en didáctica de las disciplinas cumplen la excepción, ya que los profesores de hoy en día no se consideran espontáneamente como diseñadores y animadores de situaciones de aprendizaje. (Perrenoud, p. 18)

2.    Gestionar la progresión de los aprendizajes
- Concebir y hacer frente a situaciones problema ajustadas al nivel y a las disposiciones de los alumnos.
-   Adquirir una visión longitudinal de los objetivos de la enseñanza.
-   Establecer vínculos con las teorías que sostienen las actividades de aprendizaje.
-   Observar y evaluar los alumnos en situaciones de aprendizaje, según un enfoque formativo.
- Establecer controles periódicos de competencias y tomar decisiones de progresión.
Propone que, una nueva ampliación se perfila con la introducción de ciclos de aprendizaje plurianuales. Además, la progresión de la clase ya no es la única preocupación. El movimiento hacia la individualización de los itinerarios de formación y de la pedagogía diferenciada conduce a pensar en la progresión de cada alumno. (Perrenoud, p.33)

3.    Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación
Hacer frente a la heterogeneidad en el mismo grupo-clase.
Compartimentar, extender la gestión de clase a un espacio más amplio.
-   Practicar un apoyo integrado, trabajar con los alumnos con grandes dificultades.
-  Desarrollar la cooperación entre alumnos y ciertas formas simples de enseñanza mutua.
Propone que el diferenciar la enseñanza no podría pues consistir en multiplicar los “cursos particulares”. Para encontrar un término medio entre una enseñanza frontal ineficaz y una enseñanza individualizada impracticable, hay que organizar el trabajo en clase de distinta forma, romper la estructuración en niveles anuales, facilitar la comunicación, crear nuevos espacios/tiempos de formación, jugar a una escala más amplia con las agrupaciones, las tareas, los dispositivos didácticos, las interacciones, las regulaciones, la enseñanza mutua y las tecnologías de la formación. (Perrenoud, p.46)

4.    Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y su trabajo
- Fomentar el deseo de aprender, explicitar la relación con el conocimiento, el sentido del trabajo escolar  y desarrollar la capacidad de autoevaluación en el niño.
Instituir y hacer funcionar un consejo de alumnos (consejo de clase o de escuela) y negociar con ellos varios tipos de reglas y acuerdos.
Ofrecer actividades de formación opcional “a la carta”.
Favorecer la definición de un proyecto personal del alumno.
Propone que, si la escuela quisiera crear y fomentar el deseo de saber y la decisión de aprender, debería de aligerar considerablemente sus programas, para integrar al tratamiento un capitulo todo lo que permite a los alumnos darle sentido y tener ganas de apropiarse de él. Los programas están pensados para alumnos cuyo interés, deseo de saber y voluntad de aprender se considera que se han adquirido y son estables. (Perrenoud, p.55)
5.    Trabajar en equipo
-   Elaborar un proyecto de equipo, de representaciones comunes.
-   Impulsar un grupo de trabajo, dirigir reuniones.
-   Formar y renovar un equipo pedagógico.
-  Afrontar y analizar conjuntamente situaciones complejas, prácticas y problemas profesionales.
-  Hacer frente a crisis o conflictos entre personas.
Propone que en resumen, trabajar en equipo es una cuestión de competencias, pero presupone también la convicción de que la cooperación es un valor profesional. Los dos aspectos están más relacionados de lo que se piensa: normalmente se desvaloriza lo que no se domina. Alguna de estas reticencias respecto al trabajo en equipo esconden el miedo al no saber salir del apuro, “ser comido” o dominado por el grupo o sus líderes. Por el contrario, una adhesión entusiasta al principio del trabajo en equipo lo debilitará si se descubre que, no se sabe funcionar de forma cooperativa, que esto supone mucho tiempo o crea un resentimiento o un estrés que no se llega ni a superar, ni incluso a verbalizar. (Perrenoud, p.65)
6.    Participar en la gestión de la escuela
   Elaborar, negociar un proyecto institucional.
    Administrar los recursos de la escuela.
-    Coordinar, fomentar una escuela  con todos los componentes (extraescolares, del barrio, asociaciones de padres, profesores de lengua y cultura de origen).
-  Organizar y hacer evolucionar, en la misma escuela la participación de los alumnos.
Propone que el cambio se producirá por la unión de dos progresos complementarios: por un lado una adhesión progresiva de los actores a nuevos modelos, y por el otro lado, la construcción, también progresiva, de los conocimientos y las competencias susceptibles de hacerlos funcionar en la práctica. (Perrenoud, pp. 75-76)
7.    Informar e implicar a los padres
-   Favorecer reuniones informativas y de debate.
-   Dirigir las reuniones.
-   Implicar a los padres en la valorización de la construcción  de los conocimientos.
Propone el autor, que en las relaciones con los padres, una de las competencias más importantes de un profesor es distinguir claramente lo que proviene de su autonomía profesional, asumiéndola por completo y lo que proviene de momentos en los que debe encargarse de adoptar una política de la educación, los programas, las reglas de evaluación o las estructuras escolares que exigen el momento y la severidad de la selección. (Perrenoud, p.91)
8.    Utilizar las nuevas tecnología
Utilizar los programas  de edición de documentos.
  Explotar los potenciales didácticos de programas en relación con los objetivos de los dominios de enseñanza.
-    Comunicar a distancia a través de la telemática.
-    Utilizar los instrumentos multimedia en su enseñanza.
Propone  que las nuevas tecnologías pueden reforzar la contribución de los trabajos pedagógicos y didácticos contemporáneos, puesto que permiten crear situaciones de aprendizajes enriquecedoras, complejas, diversificadas, con la ayuda de una división del trabajo que ya no hace descansar toda la inversión en el profesor, puesto que de la información así como la  dimensión interactiva se encargan los productores de instrumentos. La verdadera incógnita es saber si los profesores  aprovecharán las tecnologías como una ayuda a la enseñanza, para hacer clases cada vez más claras a través de presentaciones multimedia, o para cambiar de paradigma y concentrarse en la creación, la gestión y la regulación de situaciones de aprendizaje. (Perrenoud, p.109)
9.    Prevenirla violencia en la escuela y en la ciudad
Prevenir la violencia en la escuela o la ciudad.
-   Luchar contra los prejuicios y las discriminaciones sexuales, étnicas y sociales.
-   Participar en la creación de reglas de vida común referentes a la disciplina en la escuela, las sanciones, la apreciación de la conducta.
-  Analizar la relación pedagógica, la autoridad, la comunicación en clase. Desarrollar el sentido de la responsabilidad, la solidaridad, el sentimiento de justicia.
Propone que la competencia de los profesores es concienciarse de una forma clara de la situación, asumir sus responsabilidades sin sobrecargarse. Les podemos desear rectitud, suerte, optimismo y mil otras cualidades morales. Sin olvidar que competencias de análisis, decentración, comunicación, negociación son también absolutamente indispensables, para navegar en el día a día entre las contradicciones de nuestros sistemas sociales. (Perrenoud, p.120)
10.  Organizar la propia formación continua
-   Saber explicitar sus prácticas.
-  Establecer un control de competencias y un programa personal de formación continua propios.
-   Negociar un proyecto de formación común con los compañeros (equipo, escuela, red).
-    Implicarse en las tareas a nivel general de la enseñanza o del nivel educativo.
-   Aceptar y participar en la formación de los compañeros.
Propone que para que se desarrolle esta colaboración es importante que el debate se inicie en los lugares de formación continua, en beneficio de un dialogo entre profesionales, formadores y responsables de formación antes de ser objeto de negociaciones “a alto nivel”. En este último estadio, se pueden negociar recursos, tiempos de formación, estatutos, pero las orientaciones, las prioridades, los contenidos y los métodos deberían de proceder de una elaboración cooperativa, de una palabra compartida sobre la formación. Hoy en día, ésta no está todavía muy desarrollada. Sería importante que cada vez más los profesores se sintieran responsables de la política de formación continua e invirtieran en ella, de forma individual o colectiva, en los procesos de decisión. (Perrenoud, p.132)


  
ZABALZA. Diez competencias profesionales del docente universitario.
1.    Planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje
La capacidad de planificar constituye el primer gran ámbito competencial  del docente. Diseñar y desarrollar  el programa de nuestra asignatura es una tarea compleja, implica; tomar en cuenta los contenidos básicos de nuestra disciplina, el marco curricular en que se enmarca la disciplina, nuestra propia visión de la disciplina y su didáctica, las características de nuestros alumnos y los recursos disponibles. Cuando se planifica, se convierte una idea o proyecto en un proyecto de acción. (Zabalza, p.1)

Propone que el planificar es prioritariamente la competencia fundamental. Ya que el docente tiene que tener en la cabeza el proyecto que tiene que realizar y como va a realizar ese proyecto de trabajo.
2.    Seleccionar y preparar los contenidos disciplinares
-   Seleccionar los contenidos significa escoger los más importantes de ese ámbito disciplinar, acomodarlos a las necesidades formativas de los estudiantes, adecuarlos a las condiciones de tiempo y recursos con que contamos y organizarlos de tal manera que sean realmente accesibles a nuestros estudiantes y que les abran las puertas a aprendizajes post-universitarios. La importancia de los contenidos no se deriva solo de sus cualidades intrínsecas sino que está igualmente vinculada a su presentación didáctica. (Zabalza, p.1)

Propone que tiene que ver con seleccionar los contenidos disciplinares. No solamente tomar el manual y explicar el manual, sino que uno como docente tiene que hacer todo un trabajo de selección de contenidos disciplinares; y saber que contenidos son importantes en su materia, cuales lo son menos, de cual podría prescindir, y de cual no.
3.    Ofrecer información y explicaciones comprensibles y bien organizadas (competencia comunicativa)

-    Se trata de una competencia que tiene que ver con la capacidad para gestionar didácticamente la información y/o las destrezas que pretende transmitir  a sus estudiantes. Nuestros mensajes didácticos pueden resultar deficitarios cuando no tenemos clara la idea que deseamos transmitir, no sabemos de ese tema o lo tenemos poco estudiado. En algunos casos conocemos bien el tema y tenemos un repertorio de signos suficiente para convertirlo en mensaje pero falla el proceso de transmisión, la conversación del mensaje en señales. Lo que falla  es la transmisión del mensaje. Los alumnos manifiestan que no logran seguir a sus profesores porque no les entienden, porque utilizan palabras o signos o referencias que no figuran en sus repertorios. La consecuencia es que al haber recibido mal las señales, el resto del proceso se va a complicar para el alumno. (Zabalza, p. 2)

Propone que el ofrecer información y explicaciones comprensibles para los alumnos por parte del maestro, es dar clases buenas, saber explicar, saber razonar, etc., de esta manera el educando llegará a identificar la idea que el profesor ha querido transmitirle.

4.    Manejo de las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta insustituible y de indiscutible valor y efectividad en el manejo de las informaciones con propósitos didácticos. A los profesores ya no nos vale con ser buenos manejadores de libros. Resulta difícil poder concebir un proceso didáctico en la universidad sin considerar esta competencia docente. La incorporación de las nuevas tecnologías debería constituir una nueva oportunidad para transformar la docencia universitaria, para hacer posibles nuevas modalidades de enseñanza-aprendizaje. (Zabalza, p.3)

Propone el manejar didácticamente las nuevas tecnologías y crecer en este sentido, ya que sin estas herramientas, el docente no se encuentra en condiciones de poder enfrentar los retos que hoy tenemos.

5.    Diseñar la metodología y organizar las actividades
  En esta competencia integramos las diversas tomas de decisiones de los profesores para gestionar el desarrollo de las actividades docentes. Bajo la denominación de metodología se puede encuadrar un conjunto muy dispar de actuaciones que van desde la organización de los espacios hasta la formación de grupos o el desarrollo de seminarios prácticos. Algunos contenidos fundamentales de esta competencia docente son:

·         Organización de los espacios.
·         La selección del método.
·         Selección y desarrollo de las tareas instructivas:

a)    Variedad de las tareas
b)    Importancia de la demanda cognitiva que incluye cada tarea. Y existen tres criterios aplicables al análisis de las tareas que se llevan a  cabo:
                                                      I.        Criterio de validez.
                                                    II.        Criterio de significación.
                                                   III.        Criterio de funcionalidad.


Estos aspectos pueden resultar interesantes al analizar nuestra docencia. (Zabalza, p.5).

Propone en esta competencia, que el docente debe manejar como mínimo tres metodologías diversas: la primera es la metodología de la legión magistral; segundo, igualmente el trabajo por grupos, ya que  debe saber muy bien plantear el trabajo por grupos; y tercero, quizás dentro de este trabajo por grupos, algunas de estas metodologías que están más en la moda y son:

·         El trabajo por casos
·         El trabajo por proyectos
·         El trabajo por problemas


6.    Comunicarse-relacionarse con los alumnos
-   Esta es una competencia transversal puesto que las relaciones interpersonales constituyen un componente básico de las diferentes competencias. La habilidad para manejarse de manera adecuada en el contexto de las relaciones interpersonales en que se produce la interacción profesores-alumnos es un importante componente del perfil profesional de los docentes. Desde el punto de vista de la formación no se trata de dotarse de unas técnicas relacionales, sino de estar en disposición de someter a análisis permanente los procesos interactivos en los que estamos implicados. (Zabalza, p.6).

Propone que, el hecho de intercambiar percepciones ayuda mucho a entenderse y reforzar ese clima de confianza y respeto mutuo que favorece el nivel de satisfacción  y los resultados del aprendizaje. El autor da a un ejemplo de cómo en E.U.A. esto es muy difícil que un tutor tienda a relacionarse abiertamente con su alumno, ya que es meramente formal para que no se preste a malas interpretaciones, y que afortunadamente en el mundo latino estas cosas no pasan.


7.    Tutorizar
-   Esta competencia, la tutoría ha pasado a formar parte de la idea generalizada de que enseñar no es solo explicar unos contenidos, sino dirigir el proceso de formación de nuestros alumnos. Y en este sentido todos los profesores somos formadores y ejercemos esa tutoría (una especie de acompañamiento y guía del proceso de formación) de nuestros alumnos. La tutoría adquiere así un contenido similar al de “función orientadora” o “función formativa” de la función de los profesores. (Zabalza, p.6)

Propone  que el tutorizar a los estudiantes y en su caso a los colegas; donde a los estudiantes ya es obligatorio. Y el mentoring entre colegas y trabajar con ello.


8.    Evaluar
La presencia de la evaluación en los sistemas formativos universitarios es imprescindible. Constituye la parte de nuestra actividad docente que tiene más fuerte repercusión sobre los alumnos. Alguna de ellas son poco tangibles; la repercusión en su moral y su autoestima en su motivación hacia el aprendizaje, en la familia, etc. Otras más visibles y objetivables: repercusiones académico-administrativas (si aprueba o no, si promociona o no, si obtiene el titulo o no, si puede mantener un expediente académico de excelencia o se ha de conformar con uno normal) o las economías (pagar nueva matricula, tener que mantenerse fuera de casa por más tiempo, acceder a una beca, etc.) (Zabalza, p.7)

Propone el autor, que en esta competencia el docente debe saber evaluar bien. Y lo que antes hacía al evaluar conocimientos era una característica lógica y de facilidad para el profesorado. En cambio ahora, es el evaluar por competencias; lo que sugiere introducir acciones, el proceso de evaluación es tener que observar como un estudiante se comporta, como va resolviendo problemas, etc., lo que implica más cosas de lo que estábamos haciendo hasta ahora.

9.    Reflexionar e investigar sobre la enseñanza
Reflexionar sobre la docencia (en el sentido de analizar documentadamente el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollado), investigar sobre la docencia (someter a análisis controlados los distintos factores que afectan a la didáctica universitaria en cada uno de los ámbitos científicos), publicar sobre la docencia (presentar dossieres e informes sobre las distintas cuestiones relacionadas con la enseñanza universitaria) (Zabalza, p.12)

Propone el autor, que el reflexionar e investigar sobre la enseñanza, es algo que el docente tendría que hacer necesariamente ya que esto es la manera de como se aprende.


10.  Identificarse con la institución y trabajar en equipo
-   Esta es una competencia claramente transversal. Todas las otras se ven afectadas por la integración de los profesores en la organización y por la disposición (actitud) y aptitud (técnica) para trabajar coordinadamente con los colegas. Ese sería el contenido de la decima competencia: saber y querer trabajar juntos en un contexto institucional determinado. (Zabalza, p.13)

Propone, en definitiva, la capacidad para trabajar en equipo y la disposición a identificarse con los objetivos de la institución de la que se forma parte constituye las dos caras de la moneda de esta competencia del perfil profesional de los docentes. Es difícil saber cuánto de esta competencia depende de la particular forma de ser de cada uno, cuanto depende de la formación recibida y de las habilidades desarrolladas y cuanto en fin, de la propia experiencia o del ambiente en que se esté trabajando. Por eso es tan difícil de definir y más aun de articular como un proceso de desarrollo personal e institucional. (p. 17).




CONCLUSION:


Las competencias del docente del siglo XXI, nos exige a los catedráticos un cambio radical de nosotros mismos, dando aportaciones nuevas como facilitador de conocimientos al alumnado, educándolo para la vida, aterrizando la asignatura como un ejemplo de su cotidiana existencia futura intelectual y laboral. Como docentes tenemos una gran responsabilidad para con nuestros niños y adolescentes ya que son ellos los que reflejarán nuestro desempeño y no solo como profesores si no también como padres, porque educar se inicia desde el hogar. Veamos a los alumnos como a nuestros propios hijos, y seamos los maestros que quisiéramos que nuestros hijos tuvieran, educaran, concientizaran, dieran valores, comprendieran, formaran, y que siempre estemos ahí para ellos, brindándoles cariño, educación de alto nivel de excelencia, motivándolos a innovar, a retomar valores olvidados, amor a la patria, a que se sientan orgullosos de ser mexicanos. Pero todo esto dependerá de la calidad de nuestra labor, educando siempre con el ejemplo.


“El objetivo básico de la educación es el cambio y crecimiento o maduración del individuo; esto es, una meta más profunda y compleja que el mero crecimiento Intelectual”. Bradfor(1973).
                                                                                                                   


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

ü Perrenoud, Fhilippe. (2004). “Diez Nuevas Competencias para Enseñar. Biblioteca para la actualización  del maestro”. (Pp.1-154).

ü Zabalza, Miguel. (2003).“Competencias docentes del profesorado universitaria. Calidad y desarrollo profesional”. Narcea, España
ü    Zabalza, Migue. (s.f.) “Profesor competente”. [Video en Línea:]


ANEXOS:
(Biografías de ambos autores).





Miguel Ángel ZABALZA es Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Santiago de Compostela. Doctor en Psicología y pedagogo, preside la Asociación Iberoamericana de Didáctica Universitaria. Ha desempeñado numerosos cargos docentes y de gestión y ha orientado buena parte de sus trabajos al análisis y desarrollo de la docencia y a la formación del profesorado universitario, colaborado con numerosas universidades europeas y americanas. Otras obras de Miguel Ángel Zabalza: - Calidad en la Educación Infantil - Diarios de clase. Un instrumento de investigación y desarrollo profesional - Didáctica de la Educación Infantil - Diseño y desarrollo curricular - La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas.






Philippe Perrenoud. Nació en (1944) es un destacado sociólogo suizo, doctor en Antropología y Sociología e investigador y profesor de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra. Fundó, junto con Mónica Gather, The Hurler, el laboratorio de investigación Innovation-Formation-Education (LIFE).

Es autor de varios títulos importantes en el área de la formación de profesores, la evaluación de los aprendizajes, la construcción del éxito y del fracaso escolar, la pedagogía diferenciada y las desigualdades sociales
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