“LAS COMPETENCIAS DE UN DOCENTE DEL
SIGLO XXI”
AUTOR: Nelda Montalvo.
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Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia, es una forma de caracterizar
la experiencia de los profesores, que realizan una de las tres profesiones que
Freud llamaba “imposibles”, porque el alumno se resiste al saber y a la
responsabilidad.
(Perrenoud, 2005).
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INTRODUCCION
El presente artículo engloba las
competencias que un docente debe desarrollar en la educación y que nos ayuda a
enfrentar nuestra función hacia la formación integral del alumnado y al logro
de la calidad del profesorado, de acuerdo con lo que dos reconocidos autores;
Philippe Perrenoud y Miguel Ángel Zabalza proponen en sus textos, abordando
cada uno diez competencias profesionales del docente y facilitando el proceso
de enseñanza-aprendizaje con los estudiantes, por esta razón se busca rescatar
metodologías aplicables para la excelencia del desempeño del maestro.
INTRODUCTION
This article
covers the skills that a teacher must develop in education and that helps us
address our role towards the integral formation of the students and to the
achievement of the quality of the teaching staff, in accordance with the two
recognized authors; Philippe Perrenoud and Miguel Angel Zabalza propose in his
texts, dealing with each one ten professional skills of teaching and
facilitating the process of teaching and learning with students, for this
reason it seeks to rescue applicable methodologies for the excellence of the
performance of the master.
DESARROLLO
PERRENOUD.
Diez nuevas competencias para enseñar.
1.
Organizar
y animar situaciones de aprendizaje
Conocer
a través de una disciplina determinada los contenidos que hay que enseñar y su
traducción en objetivos de aprendizaje.
- Trabajar
a partir de las representaciones de los alumnos.
- Trabajar
a partir de los errores y los obstáculos en el aprendizaje.
- Construir
y planificar dispositivos y secuencias didácticas.
- Implicar
a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de conocimiento.
Propone el
autor, desde su punto de vista, insistir en las “situaciones de aprendizaje”,
no añade nada nuevo a la visión clásica del oficio del profesor. Los profesores
que están familiarizados con las pedagogías activas y los trabajos en didáctica
de las disciplinas cumplen la excepción, ya que los profesores de hoy en día no
se consideran espontáneamente como diseñadores y animadores de situaciones de
aprendizaje. (Perrenoud, p. 18)
2.
Gestionar
la progresión de los aprendizajes
- Concebir
y hacer frente a situaciones problema ajustadas al nivel y a las disposiciones
de los alumnos.
- Adquirir
una visión longitudinal de los objetivos de la enseñanza.
- Establecer
vínculos con las teorías que sostienen las actividades de aprendizaje.
- Observar
y evaluar los alumnos en situaciones de aprendizaje, según un enfoque
formativo.
- Establecer
controles periódicos de competencias y tomar decisiones de progresión.
Propone que,
una nueva ampliación se perfila con la introducción de ciclos de aprendizaje
plurianuales. Además, la progresión de la clase ya no es la única preocupación.
El movimiento hacia la individualización de los itinerarios de formación y de
la pedagogía diferenciada conduce a pensar en la progresión de cada alumno.
(Perrenoud, p.33)
3.
Elaborar
y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación
- Hacer frente a la
heterogeneidad en el mismo grupo-clase.
- Compartimentar, extender la
gestión de clase a un espacio más amplio.
- Practicar un apoyo integrado,
trabajar con los alumnos con grandes dificultades.
- Desarrollar la cooperación
entre alumnos y ciertas formas simples de enseñanza mutua.
Propone que
el diferenciar la enseñanza no podría pues consistir en multiplicar los “cursos
particulares”. Para encontrar un término medio entre una enseñanza frontal
ineficaz y una enseñanza individualizada impracticable, hay que organizar el
trabajo en clase de distinta forma, romper la estructuración en niveles
anuales, facilitar la comunicación, crear nuevos espacios/tiempos de formación,
jugar a una escala más amplia con las agrupaciones, las tareas, los
dispositivos didácticos, las interacciones, las regulaciones, la enseñanza
mutua y las tecnologías de la formación. (Perrenoud, p.46)
4.
Implicar
a los alumnos en sus aprendizajes y su trabajo
- Fomentar el deseo de aprender,
explicitar la relación con el conocimiento, el sentido del trabajo escolar y desarrollar la capacidad de
autoevaluación en el niño.
- Instituir y hacer funcionar un
consejo de alumnos (consejo de clase o de escuela) y negociar con ellos varios
tipos de reglas y acuerdos.
- Ofrecer actividades de
formación opcional “a la carta”.
- Favorecer la definición de un
proyecto personal del alumno.
Propone que, si la escuela quisiera
crear y fomentar el deseo de saber y la decisión de aprender, debería de
aligerar considerablemente sus programas, para integrar al tratamiento un
capitulo todo lo que permite a los alumnos darle sentido y tener ganas de
apropiarse de él. Los programas están pensados para alumnos cuyo interés, deseo
de saber y voluntad de aprender se considera que se han adquirido y son
estables. (Perrenoud, p.55)
5.
Trabajar
en equipo
- Elaborar un proyecto de
equipo, de representaciones comunes.
- Impulsar un grupo de trabajo,
dirigir reuniones.
- Formar y renovar un equipo
pedagógico.
- Afrontar y analizar
conjuntamente situaciones complejas, prácticas y problemas profesionales.
- Hacer frente a crisis o
conflictos entre personas.
Propone que en resumen, trabajar en
equipo es una cuestión de competencias, pero presupone también la convicción de
que la cooperación es un valor profesional. Los dos aspectos están más
relacionados de lo que se piensa: normalmente se desvaloriza lo que no se
domina. Alguna de estas reticencias respecto al trabajo en equipo esconden el miedo al no saber salir del apuro, “ser
comido” o dominado por el grupo o sus líderes. Por el contrario, una adhesión
entusiasta al principio del trabajo en equipo lo debilitará si se descubre que,
no se sabe funcionar de forma cooperativa, que esto supone mucho tiempo o crea
un resentimiento o un estrés que no se llega ni a superar, ni incluso a
verbalizar. (Perrenoud, p.65)
6.
Participar
en la gestión de la escuela
- Elaborar, negociar un proyecto
institucional.
- Administrar los recursos de la
escuela.
- Coordinar, fomentar una
escuela con todos los componentes
(extraescolares, del barrio, asociaciones de padres, profesores de lengua y
cultura de origen).
- Organizar y hacer evolucionar,
en la misma escuela la participación de los alumnos.
Propone que el cambio se producirá por
la unión de dos progresos complementarios: por un lado una adhesión progresiva
de los actores a nuevos modelos, y por el otro lado, la construcción, también
progresiva, de los conocimientos y las competencias susceptibles de hacerlos
funcionar en la práctica. (Perrenoud, pp. 75-76)
7.
Informar
e implicar a los padres
- Favorecer reuniones
informativas y de debate.
- Dirigir las reuniones.
- Implicar a los padres en la
valorización de la construcción de los
conocimientos.
Propone el autor, que en las
relaciones con los padres, una de las competencias más importantes de un
profesor es distinguir claramente lo que proviene de su autonomía profesional,
asumiéndola por completo y lo que proviene de momentos en los que debe
encargarse de adoptar una política de la educación, los programas, las reglas
de evaluación o las estructuras escolares que exigen el momento y la severidad
de la selección. (Perrenoud, p.91)
8.
Utilizar
las nuevas tecnología
- Utilizar los programas de edición de documentos.
- Explotar los potenciales
didácticos de programas en relación con los objetivos de los dominios de
enseñanza.
- Comunicar a distancia a través
de la telemática.
- Utilizar los instrumentos
multimedia en su enseñanza.
Propone que las nuevas tecnologías pueden reforzar la
contribución de los trabajos pedagógicos y didácticos contemporáneos, puesto
que permiten crear situaciones de aprendizajes enriquecedoras, complejas,
diversificadas, con la ayuda de una división del trabajo que ya no hace
descansar toda la inversión en el profesor, puesto que de la información así
como la dimensión interactiva se
encargan los productores de instrumentos. La verdadera incógnita es saber si
los profesores aprovecharán las
tecnologías como una ayuda a la enseñanza, para hacer clases cada vez más
claras a través de presentaciones multimedia, o para cambiar de paradigma y
concentrarse en la creación, la gestión y la regulación de situaciones de
aprendizaje. (Perrenoud, p.109)
9.
Prevenirla
violencia en la escuela y en la ciudad
- Prevenir la violencia en la
escuela o la ciudad.
- Luchar contra los prejuicios y
las discriminaciones sexuales, étnicas y sociales.
- Participar en la creación de
reglas de vida común referentes a la disciplina en la escuela, las sanciones,
la apreciación de la conducta.
- Analizar la relación
pedagógica, la autoridad, la comunicación en clase. Desarrollar el sentido de
la responsabilidad, la solidaridad, el sentimiento de justicia.
Propone que la competencia de los
profesores es concienciarse de una forma clara de la situación, asumir sus
responsabilidades sin sobrecargarse. Les podemos desear rectitud, suerte,
optimismo y mil otras cualidades morales. Sin olvidar que competencias de análisis, decentración, comunicación, negociación
son también absolutamente indispensables, para navegar en el día a día entre
las contradicciones de nuestros sistemas sociales. (Perrenoud, p.120)
10.
Organizar
la propia formación continua
- Saber explicitar sus
prácticas.
- Establecer un control de
competencias y un programa personal de formación continua propios.
- Negociar un proyecto de
formación común con los compañeros (equipo, escuela, red).
- Implicarse en las tareas a
nivel general de la enseñanza o del nivel educativo.
- Aceptar y participar en la
formación de los compañeros.
Propone
que para que se desarrolle esta colaboración es importante que el debate se
inicie en los lugares de formación continua, en beneficio de un dialogo entre
profesionales, formadores y responsables de formación antes de ser objeto de
negociaciones “a alto nivel”. En este último estadio, se pueden negociar
recursos, tiempos de formación, estatutos, pero las orientaciones, las
prioridades, los contenidos y los métodos deberían de proceder de una
elaboración cooperativa, de una palabra compartida sobre la formación. Hoy en
día, ésta no está todavía muy desarrollada. Sería importante que cada vez más
los profesores se sintieran responsables de la política de formación continua e invirtieran en ella, de forma
individual o colectiva, en los procesos de decisión. (Perrenoud, p.132)
ZABALZA.
Diez competencias profesionales del docente universitario.
1.
Planificar el proceso de
enseñanza-aprendizaje
- La capacidad de
planificar constituye el primer gran ámbito competencial del docente. Diseñar y desarrollar el programa de nuestra asignatura es una
tarea compleja, implica; tomar en cuenta los contenidos básicos de nuestra
disciplina, el marco curricular en que se enmarca la disciplina, nuestra propia
visión de la disciplina y su didáctica, las características de nuestros alumnos
y los recursos disponibles. Cuando se planifica, se convierte una idea o
proyecto en un proyecto de acción. (Zabalza, p.1)
Propone que el
planificar es prioritariamente la competencia fundamental. Ya que el docente
tiene que tener en la cabeza el proyecto que tiene que realizar y como va a
realizar ese proyecto de trabajo.
2.
Seleccionar y preparar los contenidos
disciplinares
- Seleccionar los
contenidos significa escoger los más importantes de ese ámbito disciplinar,
acomodarlos a las necesidades formativas de los estudiantes, adecuarlos a las
condiciones de tiempo y recursos con que contamos y organizarlos de tal manera
que sean realmente accesibles a nuestros estudiantes y que les abran las
puertas a aprendizajes post-universitarios. La importancia de los contenidos no
se deriva solo de sus cualidades intrínsecas sino que está igualmente vinculada
a su presentación didáctica. (Zabalza, p.1)
Propone que
tiene que ver con seleccionar los contenidos disciplinares. No solamente tomar
el manual y explicar el manual, sino que uno como docente tiene que hacer todo
un trabajo de selección de contenidos disciplinares; y saber que contenidos son
importantes en su materia, cuales lo son menos, de cual podría prescindir, y de
cual no.
3. Ofrecer
información y explicaciones comprensibles y bien organizadas (competencia
comunicativa)
- Se trata de una competencia que tiene que ver con la
capacidad para gestionar didácticamente la información y/o las destrezas que
pretende transmitir a sus estudiantes.
Nuestros mensajes didácticos pueden resultar deficitarios cuando no tenemos
clara la idea que deseamos transmitir, no sabemos de ese tema o lo tenemos poco
estudiado. En algunos casos conocemos bien el tema y tenemos un repertorio de
signos suficiente para convertirlo en mensaje pero falla el proceso de
transmisión, la conversación del mensaje en señales. Lo que falla es la transmisión del mensaje. Los alumnos
manifiestan que no logran seguir a sus profesores porque no les entienden,
porque utilizan palabras o signos o referencias que no figuran en sus
repertorios. La consecuencia es que al haber recibido mal las señales, el resto
del proceso se va a complicar para el alumno. (Zabalza, p. 2)
Propone que el ofrecer información y explicaciones
comprensibles para los alumnos por parte del maestro, es dar clases buenas,
saber explicar, saber razonar, etc., de esta manera el educando llegará a
identificar la idea que el profesor ha querido transmitirle.
4. Manejo
de las nuevas tecnologías
- Las nuevas tecnologías se han
convertido en una herramienta insustituible y de indiscutible valor y
efectividad en el manejo de las informaciones con propósitos didácticos. A los
profesores ya no nos vale con ser buenos manejadores de libros. Resulta difícil
poder concebir un proceso didáctico en la universidad sin considerar esta
competencia docente. La incorporación de las nuevas tecnologías debería
constituir una nueva oportunidad para transformar la docencia universitaria,
para hacer posibles nuevas modalidades de enseñanza-aprendizaje. (Zabalza, p.3)
Propone
el manejar didácticamente las nuevas tecnologías y crecer en este sentido, ya
que sin estas herramientas, el docente no se encuentra en condiciones de poder
enfrentar los retos que hoy tenemos.
5.
Diseñar la metodología y organizar las
actividades
- En esta
competencia integramos las diversas tomas de decisiones de los profesores para
gestionar el desarrollo de las actividades docentes. Bajo la denominación de
metodología se puede encuadrar un conjunto muy dispar de actuaciones que van
desde la organización de los espacios hasta la formación de grupos o el
desarrollo de seminarios prácticos. Algunos contenidos fundamentales de esta
competencia docente son:
·
Organización de
los espacios.
·
La selección
del método.
·
Selección y
desarrollo de las tareas instructivas:
a) Variedad de las tareas
b) Importancia de la demanda cognitiva que incluye cada
tarea. Y existen tres criterios aplicables al análisis de las tareas que se
llevan a cabo:
I.
Criterio de
validez.
II.
Criterio de
significación.
III.
Criterio de
funcionalidad.
Estos aspectos pueden resultar interesantes al
analizar nuestra docencia. (Zabalza, p.5).
Propone en esta
competencia, que el docente debe manejar como mínimo tres metodologías
diversas: la primera es la metodología de la legión magistral; segundo,
igualmente el trabajo por grupos, ya que
debe saber muy bien plantear el trabajo por grupos; y tercero, quizás
dentro de este trabajo por grupos, algunas de estas metodologías que están más
en la moda y son:
·
El trabajo por
casos
·
El trabajo por
proyectos
·
El trabajo por
problemas
6.
Comunicarse-relacionarse con los alumnos
- Esta es una
competencia transversal puesto que las relaciones interpersonales constituyen
un componente básico de las diferentes competencias. La habilidad para
manejarse de manera adecuada en el contexto de las relaciones interpersonales
en que se produce la interacción profesores-alumnos es un importante componente
del perfil profesional de los docentes. Desde el punto de vista de la formación
no se trata de dotarse de unas técnicas relacionales, sino de estar en
disposición de someter a análisis permanente los procesos interactivos en los
que estamos implicados. (Zabalza, p.6).
Propone que, el
hecho de intercambiar percepciones ayuda mucho a entenderse y reforzar ese
clima de confianza y respeto mutuo que favorece el nivel de satisfacción y los resultados del aprendizaje. El autor da
a un ejemplo de cómo en E.U.A. esto es muy difícil que un tutor tienda a
relacionarse abiertamente con su alumno, ya que es meramente formal para que no
se preste a malas interpretaciones, y que afortunadamente en el mundo latino
estas cosas no pasan.
7.
Tutorizar
- Esta
competencia, la tutoría ha pasado a formar parte de la idea generalizada de que
enseñar no es solo explicar unos contenidos, sino dirigir el proceso de
formación de nuestros alumnos. Y en este sentido todos los profesores somos
formadores y ejercemos esa tutoría (una especie de acompañamiento y guía del
proceso de formación) de nuestros alumnos. La tutoría adquiere así un contenido
similar al de “función orientadora” o “función formativa” de la función de los
profesores. (Zabalza, p.6)
Propone que el tutorizar a los estudiantes y en su
caso a los colegas; donde a los estudiantes ya es obligatorio. Y el mentoring entre colegas y trabajar con
ello.
8.
Evaluar
- La presencia de
la evaluación en los sistemas formativos universitarios es imprescindible.
Constituye la parte de nuestra actividad docente que tiene más fuerte
repercusión sobre los alumnos. Alguna de ellas son poco tangibles; la
repercusión en su moral y su autoestima en su motivación hacia el aprendizaje,
en la familia, etc. Otras más visibles y objetivables: repercusiones
académico-administrativas (si aprueba o no, si promociona o no, si obtiene el
titulo o no, si puede mantener un expediente académico de excelencia o se ha de
conformar con uno normal) o las economías (pagar nueva matricula, tener que
mantenerse fuera de casa por más tiempo, acceder a una beca, etc.) (Zabalza,
p.7)
Propone el
autor, que en esta competencia el docente debe saber evaluar bien. Y lo que
antes hacía al evaluar conocimientos era una característica lógica y de
facilidad para el profesorado. En cambio ahora, es el evaluar por competencias;
lo que sugiere introducir acciones, el proceso de evaluación es tener que
observar como un estudiante se comporta, como va resolviendo problemas, etc.,
lo que implica más cosas de lo que estábamos haciendo hasta ahora.
9.
Reflexionar e investigar sobre la
enseñanza
- Reflexionar
sobre la docencia (en el sentido de analizar documentadamente el proceso de
enseñanza-aprendizaje desarrollado), investigar sobre la docencia (someter a
análisis controlados los distintos factores que afectan a la didáctica
universitaria en cada uno de los ámbitos científicos), publicar sobre la
docencia (presentar dossieres e
informes sobre las distintas cuestiones relacionadas con la enseñanza
universitaria) (Zabalza, p.12)
Propone el
autor, que el reflexionar e investigar sobre la enseñanza, es algo que el
docente tendría que hacer necesariamente ya que esto es la manera de como se
aprende.
10.
Identificarse con la institución y
trabajar en equipo
- Esta es una
competencia claramente transversal. Todas las otras se ven afectadas por la
integración de los profesores en la organización y por la disposición (actitud)
y aptitud (técnica) para trabajar coordinadamente con los colegas. Ese sería el
contenido de la decima competencia: saber y querer trabajar juntos en un
contexto institucional determinado. (Zabalza, p.13)
Propone, en
definitiva, la capacidad para trabajar en equipo y la disposición a
identificarse con los objetivos de la institución de la que se forma parte
constituye las dos caras de la moneda de esta competencia del perfil
profesional de los docentes. Es difícil saber cuánto de esta competencia
depende de la particular forma de ser de cada uno, cuanto depende de la
formación recibida y de las habilidades desarrolladas y cuanto en fin, de la
propia experiencia o del ambiente en que se esté trabajando. Por eso es tan
difícil de definir y más aun de articular como un proceso de desarrollo
personal e institucional. (p. 17).
CONCLUSION:
Las competencias
del docente del siglo XXI, nos exige a los catedráticos un cambio radical de
nosotros mismos, dando aportaciones nuevas como facilitador de conocimientos al
alumnado, educándolo para la vida, aterrizando la asignatura como un ejemplo de
su cotidiana existencia futura intelectual y laboral. Como docentes tenemos una
gran responsabilidad para con nuestros niños y adolescentes ya que son ellos
los que reflejarán nuestro desempeño y no solo como profesores si no también como
padres, porque educar se inicia desde el hogar. Veamos a los alumnos como
a nuestros propios hijos, y seamos los maestros que quisiéramos que nuestros
hijos tuvieran, educaran, concientizaran, dieran valores, comprendieran,
formaran, y que siempre estemos ahí para ellos, brindándoles cariño, educación
de alto nivel de excelencia, motivándolos a innovar, a retomar valores
olvidados, amor a la patria, a que se sientan orgullosos de ser mexicanos. Pero
todo esto dependerá de la calidad de nuestra labor, educando siempre con el ejemplo.
“El objetivo básico de la educación es el cambio y
crecimiento o maduración del individuo; esto es, una meta más profunda y
compleja que el mero crecimiento Intelectual”. Bradfor(1973).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
ü Perrenoud, Fhilippe. (2004). “Diez
Nuevas Competencias para Enseñar. Biblioteca para la actualización del maestro”. (Pp.1-154).
ü Zabalza, Miguel. (2003).“Competencias docentes del profesorado universitaria. Calidad y desarrollo
profesional”. Narcea, España
[http://comunidad.ulsa.edu.mx/formacionintegral/html/10_competencias_docentes.html] Recuperado el 05-09-2010
ü Zabalza, Migue. (s.f.) “Profesor
competente”. [Video en Línea:]
ANEXOS:
(Biografías de ambos autores).
Miguel Ángel ZABALZA es Catedrático de Didáctica y Organización Escolar
de la Universidad de Santiago de Compostela. Doctor en Psicología y pedagogo,
preside la Asociación Iberoamericana de Didáctica Universitaria. Ha desempeñado
numerosos cargos docentes y de gestión y ha orientado buena parte de sus
trabajos al análisis y desarrollo de la docencia y a la formación del
profesorado universitario, colaborado con numerosas universidades europeas y
americanas. Otras obras de Miguel Ángel Zabalza: - Calidad en la Educación
Infantil - Diarios de clase. Un instrumento de investigación y desarrollo
profesional - Didáctica de la Educación Infantil - Diseño y desarrollo
curricular - La enseñanza universitaria. El escenario y sus protagonistas.
Philippe
Perrenoud. Nació en (1944) es un destacado sociólogo suizo, doctor en
Antropología y Sociología e investigador y profesor de la Facultad de
Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra. Fundó,
junto con Mónica Gather, The Hurler, el laboratorio de investigación
Innovation-Formation-Education (LIFE).
Es autor de varios títulos importantes en el área de la formación de profesores, la evaluación de los aprendizajes, la construcción del éxito y del fracaso escolar, la pedagogía diferenciada y las desigualdades sociales.
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