domingo, 15 de septiembre de 2013

Siglo XXI: Competencias de un docente.

LAS  COMPETENCIAS  DE  UN DOCENTE DEL SIGLO XXI.
             Elaborado por: Verónica Ramos Jonapá.


“La educación cambiará si lo hace el profesorado”
Manuel Toharia

Las sociedades actuales se encuentran en constantes transformaciones, producto  entre otras cosas por los efectos de la globalización, las personas requieren ser  competentes, solamente así se pueden desarrollar plenamente en la profesión o trabajo.

No cabe duda de que las nuevas tecnologías están transformando la ecología del aula y las funciones docentes, y estos cambios están induciendo una mutación sistemática en las teorías y en las prácticas didácticas.

Desarrollo.

El nuevo diseño de los planes de estudio y de los programas formativos del futuro profesorado se ha realizado bajo un nuevo referente: las competencias.
Con esta postura, el nuevo diseño de los contenidos de formación se basan cada vez más en la inserción laboral que en el desarrollo del conocimiento por la validez del aprendizaje. Este cambio curricular, ciertamente controvertido, se ha convertido en el eje de las políticas educativas nacionales, donde aumentar el empleo de los ciudadanos comunitarios permitirá aspirar a ser el área de conocimiento más competitivo del mundo.

La competencia docente, por tanto, se refiere a aquellos conocimientos y aptitudes que hay que promover y cultivar en los profesionales de la educación a fin de que estos puedan desarrollar su tarea acorde a las exigencias curriculares y formativas del nuevo enfoque competencial.
Las competencias docentes se han ido consolidando en el panorama educativo actual a partir de investigaciones de referencia (Zabalza, 2003) y por su significación y aceptación en la comunidad científica los aportes de Perrenoud (2004) a partir de diez competencias como campos o dominios prioritarios en los programas de formación continua de los del docente. http://www.centrodemaestros.mx/carrera_m/diez_comp.pdf


 

Al respecto de las competencias del docente, lo primero que se necesita es contar con un criterio amplio y descartar los sistemas rutina y las recetas, que se nos heredaron, es tiempo de incursionar por nuevos caminos. Es decir; que en la actividad docente no se puede copiar, no es necesario crear, porque el arte es creación y la educación es un arte, la cual marcará un rumbo en base a las competencias tanto genéricas del docente como disciplinares. Si bien es cierto es cuestión de discernimiento, para poder tomar la decisión de enfrentar nuevos retos y, en consecuencia, crear. Para ello se hace necesario poner en juego las competencias, ya no la memoria, no usar más las recetas añejas y polvorientas que nos heredaron, ni los sistemas obsoletos, tenemos que evitar que se nos cargue de información sin sentido. Para la docencia se requiere que responda a una formación basada en competencias, ya que no hay estructuras que sean infalibles y que perduren al paso de los años.


Esta idea está muy ligada a la necesidad que tiene el docente de formarse continuamente o de forma permanente, como única vía para poder enfrentarse a las repercusiones educativas de las innovaciones tecnológicas. En este sentido adquieren mucho valor para el profesor los nuevos canales de comunicación que le permiten relacionarse con colegas que pueden ser del mismo centro o incluso del extranjero, con los que puede compartir sus experiencias, sus problemas y sobre todo “estar al día”. La labor del profesor se hace más profesional, más creativa y exigente. Su trabajo le va a exigir más esfuerzo y dedicación. Ya no es un orador, un instructor que se sabe la lección, ahora es un asesor, un orientador, un facilitador o mediador que debe ser capaz de conocer la capacidad de sus alumnos, de evaluar los recursos y los materiales existentes o, en su caso, de crear los suyos propios.
El nuevo profesor debe crear un entorno favorable al aprendizaje, basado en el dialogo y la confianza. En este ambiente propicio, el docente debe actuar como un gestor del conocimiento y orientar el aprendizaje, tanto a nivel general de toda la clase, como a nivel individual de cada alumno.


Conclusión

Parece que la formación docente ha de encaminarse hacia una concepción holística del hecho educativo que puede dar respuesta a toda su complejidad. Se esperan maestros que construyan su propio estilo de enseñanza, demuestren dominio de técnicas y estrategias efectivas interpersonales e intrapersonales y sobre todo, sean creadores e innovadores de métodos de intervención que mejoren la práctica educativa en el nuevo marco competencial.

El profesional de la educación si quiere ser un profesor excelente, tiene que ver su propia formación como una tarea inacabada, como un formarse en el tiempo. Habría que empeñarse y avanzar aún más en la formación permanente y continua de nuestros profesores si entendemos que el desarrollo profesional docente es clave e incide directamente en la calidad de los aprendizajes del alumno.

Referencias

E Perrenoud, Philippe.(2004).Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona: Graó.
E Zabalza Miguel A.( 2003). Competencias docentes del profesorado universitaria. Calidad y desarrollo profesional.España: Narcea.
E Nieto,E., Callejas,A.,Jerez,O. (2012).La competencias básicas competencias profesionales del docente. Universidad De Castilla- La Mancha:Provincial.
E Martín R.(2005)Las nuevas tecnologías de la educación. Madrid: Omán. En linea: http://biblioteca.ulsa.edu.mx/publicaciones/nuevas_tecnologias.pdf


No hay comentarios:

Publicar un comentario